No se cuantas noches fueron, pero fue lo mas intenso que he vivido, mi primer amor (no platónico), no era linda pero no la hubiera cambiado ni por miss universo, tenia la capacidad de detener el tiempo cuando me perdía en su mirada, fué mi primer beso, el primer cuerpo desnudo de mujer que amé, y también mi primera decepción.
Ella pedía permiso para quedarse a dormir los fines de semana en mi casa y sus padres no sospechaban nada, en ese tiempo yo compartía el cuarto con mi mamá, pero teníamos en casa un pequeño cuarto de huéspedes que daba al jardín, ese era nuestro mundo, donde desnudábamos nuestros cuerpos y nuestras almas, donde pasábamos noches enteras amándonos hasta el amanecer, literalmente hasta el amanecer, besándonos hasta terminar con los labios hinchados y el cuerpo marcado, hasta que la oscuridad del cielo se tornaba a ese intenso azul que no se describir.